Foto: Tomaba agua y hablaba por teléfono con la izquierda ¿pero se suicida con la mano derecha? |
¿Al Gobierno?. Obviamente que no. Estaba a punto de presentar una denuncia en su contra que por más que muera ya había llegado por copia a políticos y periodistas. O sea, el escándalo iba a trascender igual. Es cierto también que la confrontación del gobierno con el aparato judicial estaba en su punto más alto.
¿A los servicios de Inteligencia?. Puede ser. Un aparato histórico acababa de ser descabezado, perdía protagonismo y poder.
¿Al islamismo radicalizado?. Es posible ya que hay un sector del islamismo que no negocia con dirigentes locales ya que sigue sus propias convicciones y se encuentra en un momento muy alto de
confrontación con el mundo occidental.
Podríamos analizar y conjeturar sobre las varias pruebas que hasta ahora existen. La única certeza es que en la Argentina, lamentablemente es común "tirarle muertos" al gobierno de turno y que Nisman se desprende de distintas actitudes y contactos que tuvo en los últimos días, no se mató. A Nisman lo mataron y que en nuestro país muera un fiscal federal tiene una gravedad institucional que atenta contra la República y nos hace sentir a todos en peligro.
Opinión enviada por un lector a nuestra redacción